Esta vez el ladrón se llevó un chasco. Intentaba robar a una supuesta indefensa jovencita. Creyó que era pan comido pero no contaba conque ella era una super karateca y empezó a darle una sorprendente paliza que hasta el compañero del ladrón tuvo que rescatarlo. Es que es sorprendente con la ferocidad con la que la chica se abalanza. El otro ladrón tuvo que amenazarla con un garrote. No le quedó de otra. Si no a él le hubiera tocado lo mismo.
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